Con la consigna de «¡apelación!», varios asambleístas reclamaron que la titular del Legislativo no dio paso al pedido de incluir en el orden del día el tratamiento de la apelación a la presidencia de Llori, quien abandonó el Pleno.
Punto Noticias.- En medio de reclamos y gritos de varios legisladores, la presidenta de la Asamblea Nacional, Guadalupe Llori, suspendió la sesión 766 del Pleno y abandonó el salón Nela Martínez, escoltada por la guardia legislativa.
Con la consigna de «¡apelación!», varios asambleístas reclamaron que la titular del Legislativo no se dio paso al pedido de incluir en el orden del día el tratamiento de la apelación a la presidencia de Llori, quien salió del Pleno.
Posteriormente, el vicepresidente de la Asamblea Virgilio Saquicela se pronunció en el salón donde, incluso, cortaron la luz y resaltó que Guadalupe Llori debió encargar la presidencia tras el pedido para resolver su apelación.
«La señora presidenta se ha retirado, igual ha sucedido con el señor secretario, prosecretario y asesor jurídico. Al haber una apelación, la señora presidenta debió haber encargado la Presidencia y eso no ha ocurrido», explicó.
Minutos después, Llori se pronunció y resaltó:
«Voy a demostrarles que se debe respetar a la Asamblea Nacional, una institución noble que es justamente la institución que representa a la democracia del país».
Entretanto, la sesión del Pleno 759 del Pleno prevista para las 19h00 de este jueves se canceló por disposición de la presidenta Llori.

Fuente: Pichincha Universal, Republica del Banano.
Los desbruptos que comete está señora ya debe parar, porque no aporta en beneficio de la buena marcha del primer poder del estado, sino más bien la ha convertido en la protectora de los actos de descreditos por falta de imparcialidad frente a las aberraciones del ejecutivo, dando clara muestras a actos de corruptos del presidente y sus aliados en los organos de control.
Este tipo de representantes deberían renunciar a sus funciones por carecer de principios e idoneidad.
Es una grosería para el buen criterio de los ciudadanos, tratar de justificar su deshonestidad con decir que defienden la democracia, termino elegante pero que jamas la practican
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