¿Por qué la denuncia ocurrió nueve años después? ¿Por qué si alguien lo sabía, no hizo la denuncia en su momento? ¿Por qué en la semana de la licitación?, cuestionó.
Augusto Barrera, exalcalde de Quito, calificó como penoso que una obra extraordinaria como el Metro esté empañada por hechos lamentables, como la última denuncia que se dio a conocer por un medio digital español donde se detalla que uno de los partícipes del Consorcio para llevar adelante la Consultoría Técnica interpuso la demanda por presuntas irregularidades.
“Eso supondrá que los primeros días de mayo ocurrirán audiencias para saber si requiere de investigación o no e identificar responsabilidades”
Frente a ello, destacó que su posición es de absoluta tranquilidad, pues vive de su trabajo y actividad académica de manera honesta y en ese contexto se preguntó ¿por qué el escandalo ocurre nueve años después de que se dan las presuntas irregularidades? ¿Por qué si alguien lo sabía no hizo una denuncia en su momento?
Mostró su preocupación de que todo este caso se dé a conocer justamente en la época donde se decidirá la licitación para la administración del Metro: “Aquí hay tres posibilidades”.
- El operador debe ser público, si eso se habría asumido de manera responsable en ocho años, habríamos tenido una empresa que construya capacidades para la operación, increíblemente no se hizo ninguna.
- El segundo camino es que la operación pueda ser activada en una cooperación con una empresa pública, mediante alianza publica-publica, si es así habría un proceso de transferencia de conocimiento.
- Y el otro, más complejo, es concesionar el Metro y que sea un privado el administrador: “Entonces está en juego en este momento es una cosa delicada (…) que quiera darse la intencionalidad de privatización”.
Sobre la forma en cómo se ha manejado el tema por parte de ciertos medios de comunicación, Barrera subrayó que la gente tiene derecho a tener su honra y no partir desde la premisa de que el mundo está lleno de escoria, generando desconfianza, pues con ese antecedente nadie se atreverá a lanzarse a un cargo público y hacer obra de importancia porque pone en juego su propia vida.
Dijo esperar que el actual alcalde, Santiago Guarderas y sus funcionarios, continúen con el proyecto del Metro pues la obra no solo mejorará los elementos de movilidad sino que también integrará social y culturalmente a la población, misma que se encuentra con la autoestima golpeada: “Quito se ha convertido en un campo de batalla de la lucha política en 10 o 15 años, donde hay cadáveres y heridos políticos, hay mucho odio, estigmatización, desconfianza y es difícil sacar así a una ciudad adelante”.

Fuente: Pichincha Universal, Republica del Banano.