Estas son las fortalezas y debilidades que analistas ven en la propuesta indígena para focalizar subsidio a combustibles

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En una semana el bloque de las organizaciones indígenas y el bloque de Gobierno volverán a sentarse a la mesa con más data sobre las posibles vías de focalización de los combustibles. Esta misma semana se conoció la propuesta del bloque social, en la cual varios expertos encuentran fortalezas y debilidades.

La reinstalación de la mesa de focalización de subsidios estaba prevista para este jueves 21 de julio, pero la víspera la fecha se movió para el próximo miércoles 27 de julio.

La propuesta del bloque social que integran la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine) y la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), de manera resumida, prevé que se tomen en cuenta tres sectores a la hora de focalizar.

El primero es el sector que no requiere subsidios, pagando precios reales; el segundo el del transporte, que pagaría el precio actual ($ 2,40 gasolinas y $ 1,75 diésel) y el tercero el sector agrícola, que pagaría un precio aún más reducido ($ 2,10 y $ 1,50). De acuerdo con la propuesta, este sistema, que debe generarse con un control del despacho de combustibles y que por tanto bajará el contrabando, podría generar ahorros al Estado que deberán ir a un fondo para satisfacer necesidades del sector rural.

Sobre el tema, Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanalasegura que es interesante que se esté pensando en un sistema de focalización por bloques, pero añade que aún se debe definir quiénes serán los beneficiarios del subsidio: “el diablo está en los detalles”.

Explica en primera instancia que no se puede partir de pensar que el subsidio es generalizado y que lo que se va a hacer es subir el precio a un sector, al que no necesita subsidio. La idea es al revés y es establecer o identificar quiénes sí requieren el subsidio y hacer que les llegue de manera efectiva; el resto simplemente no tiene subsidio. Entonces, considera que el sistema de bandas que existía antes de octubre del 2021 debe retomarse para que quienes no van a recibir el beneficio empiecen un proceso de pago más real, pero paulatino.

Considera que posiblemente para el sector social el grupo que no necesita subsidio estaría integrado solamente por quienes tienen autos de lujo o de alta gama, lo cual es mínimo en el país, por lo que no se daría tal focalización, sino que se seguiría manteniendo un alto nivel de subsidios.

Para Acosta Burneo, es un buen punto de partida considerar los tres bloques o grupos y un precio general para todos, pero con una compensación para quienes lo necesitan. Esta compensación monetaria debe llegar a través de la tarjeta magnética.

De acuerdo con Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal, es muy difícil hablar de ahorro si lo que se busca es profundizar los subsidios ya existentes. Más bien se estaría bajando ingresos. En la propuesta del sector social faltan llenar vacíos referentes a determinar el costo de los subsidios, el precio al que se vendería y quiénes son los beneficiarios. Determinado esto, entonces se podrían establecer expectativas de cuánto mismo significará el subsidio a combustibles y si pudiera haber o no un ahorro.

Para poner las cifras claras, se debería por un lado establecer cuánto más va a significar ese mayor subsidio al sector agrícola y cuánto se podría dejar de gastar con el precio real para el sector de quienes sí pudieran pagar.

Es importante, dice Carrera, medir cuánto más va a gastar el fisco en todos los ofrecimientos (más subsidios, más bonos, urea, créditos) y considera que con todo ello el país terminará con un déficit de al menos $ 3.000 millones. Entonces, ahora el Gobierno debe ver cómo financiar este déficit con el problema de que el riesgo país está en 1.600 puntos, indicador grave que el propio sector indígena provocó y por el cual se le hace imposible al Gobierno salir a mercados a conseguir financiamiento.

Para Carrera, sí es rescatable de la propuesta del bloque social que se establezca que hay un sector que no necesita subsidio. Pero indica que sería bueno que también tomen en cuenta que justamente este sector de personas que no necesitan subsidio son los mismos a quienes les han subido impuestos, pero que no por eso salen a vandalizar ni a destruir las ciudades.

De acuerdo con Oswaldo Erazo, director ejecutivo de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Camddepe), es importante que el sector social entienda que los subsidios a combustibles no cumplieron su objetivo, que era redistribuir la riqueza. El hecho de que estén sentados en mesas de diálogo buscando una focalización lo demuestra. Sin embargo, para Erazo, antes que establecer las formas de cómo se entregará el subsidio focalizado, es muy importante definir claramente a los beneficiarios, el producto que se subsidiará, volumen, precio y temporalidad del subsidio.

Luego de esto sí corresponde discutir el cómo lo harán. En todo caso, adelanta que las estaciones de servicio solo pueden mantener un precio por producto, es decir, no precios diferenciados, pues esto les demandaría tener el doble de infraestructura. Entonces, la entrega del subsidio sería, de acuerdo al representante del gremio gasolinero, a través de una tarjeta magnética entregada por el Estado que les permita tanto a transportistas como al sector agrícola recibir el subsidio. Eso hará que el proceso de entrega de subsidio sea sencillo, afirma. (I)

Fuente: El Universo, Republica del Banano

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