La cárcel más golpeada es la Penitenciaría del Litoral que desde el 2019 registra 320 fallecidos, agregó.

Billy Navarrete, director del Comité Permanente de la Defensa de los Derechos Humanos, calificó como indignante el discurso del Gobierno que, falsamente, habla de acciones y política pública para parar las masacres carcelarias.

“Lo más indignante es el engaño en estas circunstancias que incluyen mucho dolor y angustia de familiares en estado de precariedad e indefensión”.

Indicó que la crisis carcelaria registrada desde 2019 no tiene antecedente en la historia del Ecuador, por lo cual se convierte en la más sangrienta de América Latina.

“En tan poco tiempo se volvió un infierno, ya suman 600 muertes según las cifras registradas por el Comité”.

Puntualizó que no solo se contabilizan los decesos por masacres sino también los suicidios sospechosos y ahorcamientos colectivos, como resultado de una modalidad que se incorpora al escenario de caos e ingobernabilidad.

Enfatizó que la cárcel más golpeada es la Penitenciaría del Litoral, misma que desde el 2019, registra 320 privados de la libertad fallecidos.

“El Estado está totalmente permeado, las instituciones de seguridad están permeadas”.

A criterio de Navarrete el error del modelo carcelario implementado por el régimen de Rafael Correa, fue aislar a los detenidos de la población, lo que impidió el aporte de la sociedad civil que se venía desarrollando desde antes.

Pese a ello, reconoció que no se trata de satanizar el modelo pues incluso aquello depende de voluntad política, pues podría ser exitosos con un Gobierno vigoroso que la impulse: “Pero Moreno y Lasso lo ha dejado a la suerte, allá que se maten y eso ha sido casi una política pública”.

Fuente: Pichincha Universal, Republica del Banano.