Cuaderno de los Soborno fue escrito en 2018

La semana pasada se viralizó un video en el que Guillermo Lassoreconocía ante Diego #Oquendo el respaldo popular, traducido en intención de voto, con el que cuenta #RafaelCorrea. Poco después, un periodista alineado con la derecha hacía un reconocimiento similar.

Esa verdad duele especialmente en los medios porque allí se siente que toda su campaña no ha funcionado. La sombra de Argentina asusta mucho, así que ahora hay que redoblar esfuerzos usando el caso #ArrozVerde.

Había coyuntura porque el domingo declaraba #LauraTerán, la asistente de #PamelaMartínez. Supuestamente ambas manejaban la red de corrupción liderada por #Correa que tenía como objetivo sobornar a contratistas del Estado para financiar campañas de #AlianzaPAIS.

Terán dio un dulce perfecto a los medios: dibujó un organigrama que fue muy útil para graficar al gobierno de Correa como una mafia. Luego vino el turno de #Martínez, quien luego de ser asesora del expresidente fue jueza de la Corte Constitucional cesada por Julio César #Trujillo.

Ella fue una de las primeras detenidas luego que Fernando Villavicencio presentara al país su “Arroz Verde”. La fiscal Lady Diana Salazar recogió la posta y encarceló a Martínez, luego requisó su casa donde encontró un cuaderno donde se detallaba los pagos ilícitos. Era una prueba muy similar a los cuadernos del #kirchnerismo, que han servido para enjuiciar a Cristina Fernandez de Kirchner en #Argentina.

Con ese antecedente, lo que tenía que decir Martínez era crucial. Cumplió a rajatabla las aspiraciones mediáticas: pidió perdón al país, lloró, reconoció las ilegalidades e involucró a Correa.

¿Cuál es el problema? Resulta que el cuaderno de Martínez, que halló la #Fiscalía y que sirve como prueba eje del proceso, fue escrito en 2018, cuatro años después de ocurridos los supuestos hechos ilegales.

Martínez dice que Correa le ordenó destruir los archivos digitales y cumplió, pero en 2018, mientras volaba de #Quito a G#uayaquil sintió un impulso de escribir. Y así lo hizo, de su memoria salieron todos los aportes ilegales a las campañas electorales de 2013 y 2014.

Tanto recordó que incluyó los centavos de las cuentas, los nombres y se dio tiempo para poner “pagado”, colocar fechas de la época y escribir una que otra oración religiosa. Martínez declaró y solo respondió las preguntas de la Fiscalía. A los otros abogados no quiso decir nada.

Esa actitud y lo inverosímil del relato del cuaderno hunden los argumentos de la Fiscalía. Es imposible creer que una persona guarde en su cabeza las cuentas de hechos ocurridos hace cuatro años. No es creíble que maneje la exactitud de datos que tienen los papeles.

Por eso Correa acusa de que el cuaderno se hizo solo cuando Martínez estaba detenida. Fue presionada para escribir y luego decir que lo ocultó detrás de la chimenea de su casa.
La postura de Correa y la torpeza de la Fiscalía sirve para cimentar el argumento de que en Ecuador el liderazgo de la oposición sufre una persecución política que llega incluso a forjar pruebas.

Fuente: Mesa Servida EC, República del Banano

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