El profesional, con rango de mayor, no tiene título de cirujano y derivó a los pacientes de un hospital militar a la clínica particular donde laboraba.
Punto Noticias.- Son afiliados al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFA) y comparten el mismo drama: la pérdida de la visión en uno o dos ojos, tras ser sometidos a cirugías de cataratas realizadas por un médico militar.
Luis Recalde, suboficial retirado de las Fuerzas Armadas, es uno de los afectados y decidió contar su caso, que ahora se encuentra en manos de la Fiscalía.
Acudió a mediados de abril al Hospital Básico ESMA, de la Base Aérea de Salinas, para un chequeo de rutina. Fue atendido por el doctor Wilson Velasco Herrera, con rango de Mayor de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE)
Velasco ingresó el 3 de noviembre de 2008 a la FAE como médico oftalmólogo, en Quito, y el 1 de febrero de 2018 fue dado el pase, con el mismo cargo, a la Escuela Superior Militar de Aviación COSME, “Rennella Barbatto”, en Salinas.
El oftalmólogo diagnosticó cataratas en el ojo izquierdo de Luis, por lo que le recomendó someterse a una cirugía. Ofreció realizar los trámites para la derivación a la clínica privada Santa Martha, en la que también presta sus servicios, de manera particular.
La operación fue planificada para el 18 de mayo y cuando llegó Luis encontró en la clínica a Patricia Rodríguez y a Gregory Santamaría, pacientes a quienes se practicó la misma cirugía y que posteriormente presentaron denuncias en la Fiscalía, tras perder la visión.
La intervención quirúrgica fue realizada por Velasco y por el doctor Ignacio Ceballos, médico y especialista oftalmológico argentino, radicado en el Ecuador hace varios años.
Luego de la cirugía, Luis tuvo fuertes dolores en su ojo, que le impidieron dormir la madrugada del 19 de mayo. Ese día acudió donde Velasco, quien intentó tranquilizarlo al explicar que las molestias se deben a los rayos láser utilizados.
Los dolores no cesaban y el 20 de mayo Velasco le informó que tenía una infección en el ojo, causada por una bacteria, aunque no le especificó de qué tipo, por lo que le suministró silicona y le prometió que en un mes recuperaría la visión.
El 3 de junio, Velasco dijo a Luis que no sabía qué hacer con su ojo porque no evolucionaba de manera satisfactoria, ante lo cual el afectado buscó ayuda a otro especialista en Guayaquil.
Cinco días después fue atendido por el doctor Nelson Matamorros, de la clínica Kennedy, quien en presencia del paciente llamó telefónicamente a Velasco y él le confirmó que se trataba de la bacteria pseudomona, según Luis.
Al siguiente día, el 9 de junio, buscó a Velasco en el hospital básico ESMA para reclamarle por lo sucedido, pero este le convenció de seguir un tratamiento en la clínica Santa Martha.
Los días transcurrieron, entre tratamientos, chequeos y evaluaciones, con supuestos progresos en la recuperación, hasta el 18 de julio, día en que Velasco nuevamente dijo a Luis que no sabe qué más hacer con su ojo izquierdo.
En conversaciones posteriores, el médico militar le habría pedido a Luis que interceda con Gregory Santa María, otro de los afectados, para que no ponga una demanda en su contra.
Además, se comprometió a mantener conversaciones con Luis para llegar a un posible acuerdo extrajudicial, pero luego dejó de responder su teléfono celular y no supo más de él.
El 29 de julio, la doctora Yailin Gil Hernández, de una clínica privada de Salinas, certificó que la visión del ojo izquierdo de Luis era nula.
De los perjudicados, solo Luis, Gregory Santa María Suárez y Patricia Rodríguez Flores presentaron denuncias en la Fiscalía, por el delito de Lesiones. Otros decidieron no hacerlo por temor a represalias, uno de ellos por ser padre de un militar en servicio activo.
De acuerdo con los registros de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), el oficial acusado cuenta con un título de médico, por la Universidad Central del Ecuador, una especialidad en Oftalmología por la misma universidad y una maestría en Gestión de Servicios Hospitalarios, por la Universidad Regional Autónoma de Los Andes.
En su publicidad privada se presenta como cirujano oftalmólogo y en sus recetas también firma con ese título, pese a que solo cuenta con una especialización en esa rama.
Expertos médicos consultados afirman que Velasco no está facultado para realizar operaciones, porque no tiene título de cirujano.
Contactamos con el doctor Wilson Velasco para obtener su versión sobre estas denuncias. En un principio se mostró abierto y pidió que la entrevista sea por zoom, pero luego cambió de opinión y dijo que sus abogados le recomendaron no pronunciarse.
El 26 de septiembre solicitamos un pronunciamiento de la FAE sobre este caso. El 4 de octubre insistimos en el pedido de información y la respuesta fue que la contestación “todavía está siendo analizada.” Hasta el cierre de este reporte, 12 de octubre, la institución militar no contestó.
Velasco fue dado el pase a la Base Aérea de Manta, lo que fue interpretado por los afectados como una decisión institucional para proteger al oficial.

Fuente: Pichincha Universal, Republica del Banano.